martes, 1 de mayo de 2012

Salirse del sistema: mi manera de luchar

Somos una generación pringada, nos está tocando perder todos los derechos que nuestros ancestros pringados fueron consiguiendo a base de sudor y lágrimas. Una educación para todos, una sanidad universal, unas condiciones laborales medianamente dignas, ayudas y subvenciones, etc. Nosotros no vamos a disfrutarlos, se saldrá de la crisis y los que tenían un buen nivel de vida lo seguirán teniendo intacto y a salvo y los que no lo tenían se comerán la basura o trabajarán en la esclavitud. Esto me enerva, me da rabia, ira y pena. Para colmo, cuando voy a las manifestaciones veo a los sindicatos intentando ganarse adeptos, repartiendo panfletos, comiendo tarros. 

Yo creo que hay que luchar, hay que salir a la calle y plantarse, y lo hago, pero las cosas pueden cambiarse al revés. Es decir, lo voy a intentar en el sentido inverso. Voy a cambiar mi vida, voy a intentar no vivir en el sistema, no producir ni consumir para el sistema (en su justa medida), voy a cuestionarme todos sus cimientos y voy a hacer la vida que yo creo que justa, que persigo, que quiero tener, por la que lucho. Yo creo que el cambio que buscamos tiene que empezar en la sociedad, en la mentalidad de la gente, para que luego no haya más remedio que adaptar las leyes y el sistema a la realidad social, y no al revés. 

Mi objetivo va a ser salirse del sistema, esto va a ser muy paulatino, no puede hacerse rápido. La mayoría de los movimientos fracasan porque las personas nos creemos individuos insustituibles y queremos cambiarlo todo ahora, en nuestro tiempo, pero la realidad es que los cambios se producen allende los siglos, nosotros solo somos una pieza, una semilla, o quizá la semilla ya esté plantada y seamos un próximo paso y el cambio suceda dentro de tres o cuatro siglos. 

Pienso dedicar mi vida a idear la manera de no caer en este modelo económico inhumano y agresivo. No voy a trabajar una infinidad de horas en algo que no me gusta para llenar los bolsillos de nadie. Todo lo que crea necesitar lo intentaré encontrar a cambio de otra cosa. Por ejemplo, en vez de apuntarme a un curso de cocina le pediré a alguien que me enseñe a cocinar y yo le enseñaré a  maquillarse. Esto es bonito, esto hace que las personas nos relacionemos, nos ofrezcamos cosas. Me formaré por mi cuenta, no entraré en ninguno de sus esquemas. No tendré coche. No tendré I-phone. No querré tener la vida que quieren que compre. Recuperaré la importancia de las cosas que no tienen que ver con el dinero. Tendré arrugas. Sacaré el dinero del banco. Compraré en los pequeños comercios. No volveré a aceptar un trabajo al que no pueda ir con media cabeza rapada. Alquilaré. No volveré a preocuparme por el dinero mientras tenga techo y comida. Intentaré aportarle a los demás todo lo que pueda y pedirles que me aporten lo que puedan ellos.

Este es mi pequeño paso.

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