jueves, 28 de octubre de 2010
Crónicas de un falso estudio
Que alguien me explique, por favor, cómo se compaginan las carreras, los másteres, trabajos y estudios con el mal de amores. ¿Estudias o trabajas? Me dedico a sufrir día y noche, a caminar como alma en pena, a leer cuatro o cinco veces el mismo párrafo y a garabatear las hojas. En la ficción de un estudio o de una lectura que no son más que una ficción, una apariencia de que uno hace algo útil, de que el dolor no puede con él, de que no deja las libretas y se echa en la cama y se pone a llorar y se tira de los pelos.
miércoles, 27 de octubre de 2010
martes, 19 de octubre de 2010
Bares y Bibliotecas
No sé si paso más tiempo en bares o en bibliotecas. Cuando me tumbo en la hierba me siento una flor. Sólo se puede ser feliz entre estrellas. A veces me da miedo morir y me aferro a un momento eterno como un beso, un bocadillo o a algún tema de algún libro que me guste. Los libros te hacen sentir lo eterno, porque hay temas que ciertamente lo son; y lo infinito, porque son imposibles de leer todos y parecen infinitos. Yo ya soy adulta y sólo quiero bailar. Es bonito construirse una vida como quien se hace una casa en la montaña. La algría es una luz que siempre está encendida, la felicidad se apaga.
martes, 5 de octubre de 2010
Todos ustedes parecen felices
Pero no lo son. Porque para ser feliz hace falta estar enamorado. Tener ilusiones de esas que se van con el despertador, la tele y el suelo de asfalto. Ser un soñador, desviarse del camino correcto.
No se puede tener los pies en la tierra, saber lo que es la vida y ser feliz.
No se puede hacer dieta y ser feliz. O meter tripa y ser feliz. No se puede conformarse y ser feliz. No se puede casarse con ella porque es mi novia de toda la vida y ser feliz. O yo no sé hacer otra cosa, a mí las minifaldas no me quedan bien y necesito este trabajo y ser feliz.No se puede salir a la calle en un día de lluvia y mojarse el traje, llegar a casa, recalentar la sopa, poner las noticias y no puedo quedarme leyendo que tengo que madrugar. O no podemos hacer hoy el amor que tengo que madrugar. Porque yo soy reservado y no necesito conocer gente. Qué vergüenza. No se puede tener vergüenza y ser feliz.
Por eso ni ustedes ni yo somos felices y las cosas se nos pudren y marchitan, los muebles se vuelven grises, el cielo se encapota, las horas pasan lentas como suplicios, se nos pierden los amigos y se nos mueren los amores aburridos de batines y de ollas y de otro día más.
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