martes, 3 de abril de 2012

Cuando ni siquiera el yoga


Hoy voy a hablar de mí. La semana pasada descubrí un buen remedio para el dolor existencial, se llama yoga y te deja frita, puedes flotar en una nube después de practicarlo y hasta pasar unas horas en ella. Está muy bien y me creía curada hasta que ha sucedido el día de hoy. Un día en el que se te metió un trozo de tapón de oídos dentro uno de los mismos y solo oías: criiijjjj y criiij y te dolía mucho pero no tenías tiempos de ir al médico a que te lo quitara.

Paso a enumerar todas mis desgracias:

- Se me ha metido un trozo de tapón de oídos en el oído y no tengo tiempo de quitármelo.
- He ido a una entrevista de trabajo en esta situación y con una herida en el labio sangrando sin parar (¿habrán pensado que soy un vampiro?)
-Aunque me han dado el trabajo han quedado en llamarme 'en seguida'  y ya han pasado dos o tres horas :S
- No encuentro a mi novio por ninguna parte
- No sé calcular mi nota media para pedir una beca y no sé si inventármela
- Voy a dar la primera clase de inglés de mi vida y no estoy segura de saber inglés
- Estoy tan nerviosa que cuando intento leer algo entretenido se me nubla la vista.
- Entre que se me nubla la vista y oigo mal me pregunto si será real todo lo que veo y oigo.
- Tengo la regla (aunque sea una cochinada decirlo) y se me ha adelantado una semana.

Los libros de auto ayuda recomiendan hacer un 'diario del optimista' y apuntar todas las cosas buenas que te pasan en el día y nada más que esas. Yo he hecho algo así como el 'diario del pesimista' porque necesitaba desoír las reglas, pero mañana prometo hacer una entrada con todas las cosas buenas que me pasen.

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